martes, 10 de marzo de 2009

Capitalismo sostenible


La riqueza en la mano”, es el título de una serie de manuales que le brinda a usted la manera de iniciar la formación de un capitalista, sin apenas trabajo, sin abandonar sus ocupaciones y, sobre todo, ¡sin dinero!
Ofrece un manojo de ideas, consejos, procedimientos, observaciones prácticas, destinado al enriquecimiento de todas las clases sociales, para todas las edades, para todas las profesiones. De su prólogo, extraemos:

Una gallina y un gallo pueden producir en un año más de dos mil polluelos. Poniendo en un patio un lavadero con agua o una palangana grande con agua, una pareja de patos, en ese tiempo, más de tres mil descendientes.

La familia más pobre puede comprar un cántaro de leche y obtener tres o cuatro kilos de excelente mantequilla y mandar a un niño a la entrada del mercado [...]

Hasta los chinos nos van a prestar sus ideas y su sentido práctico para crear riqueza en nuestra casa: cogiendo un tonel y llenándolo de agua dulce, bastará para echar en ella un puñado de huevecillos de barbos, de tencas o de truchas para que, al cabo de unas semanas, podamos empezar a extraer de aquel maravilloso vivero muchos kilos de éstos, […]

En una simple bañera, un criadero de langostas y otros crustáceos sin más trabajo que renovar el agua de mar de vez en cuando y echar en ella unos puñados y restos de peces.

Una cabritilla, con solo tomarse la molestia de atarla a un árbol en el campo, nos dará cuatro o seis hijuelos al año, leche abundante…

The Good Life!

Imagen: ejemplar de la serie “La riqueza en la mano” dedicado a La Cabra, escrito por Fernando Alburquerque. Madrid: Editorial Hernando, 1960.

martes, 3 de marzo de 2009

Necedad


La mujer ha sido considerada por el hombre como un ser sustancialmente diferente a él, casi siempre inferior, moral e intelectualmente. No es difícil encontrar inscripciones misóginas en cualquier arruga del tiempo, antigua, joven o naciente. El poeta inglés Alexander Pope (1688-1744), aún más condescendiente con el otro sexo que la mayoría de sus contemporáneos y autor de una famosa sátira que celebra la estupidez, escribía: Most women have no character at all [La mayoría de las mujeres no tienen ningún carácter] (Moral Essays, II). Sin embargo, la mujer, es frecuentemente utilizada por el hombre como coartada de sus aflicciones y justificación de sus debilidades. Ejemplo de un inventario infinito, un hombre, ante una botella casi vacía de Jack Daniel's, maldice y culpa a una mujer de los tragos que se mete entre pecho y espalda; quizá tuvo algo que ver con que su primera relación con el mundo fue la bebida.
La bêtise n’est pas mon fort [La necedad no es mi fuerte]: Paul Valéry (1871-1945). La soirée avec Monsieur Teste.

Imagen: Holger Trülzsch. Ejecutivo con revista porno (cibachrome 120x120 cm)